
Cerrejón ha despachado hoy el primer buque desde Puerto Bolívar tras el fin de la huelga
Cerrejón, como todo el país, han completado seis meses de gestión e implementación de medidas de prevención, que iniciaron con la cuarentena decretada por el Gobierno nacional para reducir el riesgo de contagio del COVID-19. Desde ese momento comenzó un proceso de adaptación a la nueva realidad que ha permitido a la compañía apoyar a sus trabajadores y a La Guajira para enfrentar esta emergencia.
Al inicio de la emergencia, Cerrejón detuvo más de 400 equipos y envió a casa a más de 4.000 trabajadores reduciendo su operación a su mínima expresión pero manteniendo los sueldos y beneficios de sus empleados. A la vez, comenzó la implementación de estrictas medidas de bioseguridad en toda la operación:
- Entrenamiento de más de 5.000 trabajadores en guías para prevenir la propagación de eventos de salud como el COVID-19.
- Desinfección diaria de vehículos y áreas de trabajo.
- Adaptación de todas las áreas de trabajo en mina, puerto y Bogotá, así como en medios de transporte para asegurar el cumplimiento de las medidas de bioseguridad establecidas por el gobierno.
- Implementación y monitoreo estricto de cinco comportamientos de salud y seguridad de obligatorio cumplimiento: distancia social, lavado de manos, verificación del estado de salud en la app desarrollada por la compañía, uso adecuado de materiales de seguridad y la no aglomeración.
- Puesta en marcha de una planta de producción de desinfectante y gel antibacterial.
- Desarrollo de una guía de relacionamiento para minimizar riesgo de contagio en comunidades.
- Puesta en marcha de una estrategia de tamizaje para identificar de manera preventiva casos de COVID-19 y asegurar el aislamiento oportuno de las personas.

«Durante estos meses, nuestros esfuerzos fueron titánicos en medio de una gran crisis. Usamos toda la inventiva para poder proteger a nuestra gente y a las comunidades. Hoy recordamos que en medio de la pandemia, nuestro equipo desarrolló, en nuestras instalaciones, una planta con la capacidad de producir más de 350 litros de desinfectante diarios, suficiente para entregarlo a un turno completo de nuestra operación y que sirve para que nuestros empleados puedan asear y desinfectar superficies, áreas y elementos compartidos. Grandes cambios que asumimos para poder hacer frente a esta emergencia y que nos permitió reiniciar lentamente nuestra operación, dejando en casa, para su protección, a nuestros empleados vulnerable”, afirmó Juan Carlos Consuegra, vicepresidente de Cerrejón y líder de la contingencia durante la cuarentena.
Por otro lado, la empresa decidió, en medio de una gran crisis, redirigir su inversión social para poder ayudar a La Guajira para afrontar la emergencia originada por la propagación del COVID-19 y por ende a sus empleados y sus familias que viven en el departamento. En estos seis meses, Cerrejón ha invertido más de 11.000 millones de pesos en ayuda humanitaria y para que el sector salud esté en capacidad de dar una respuesta a la pandemia:
- Entrega de más de 20 millones de litros de agua.
- Distribución de más de 50.000 mercados para las comunidades étnicas. Además, estamos en el proceso de reparto de 100.000 tapabocas ye elementos de higiene.
- Donación del primer laboratorio de biología molecular que está operando en La Guajira.
- Entrega de 100.000 insumos médicos para los profesionales de la salud, que incluyen tres respiradores mecánicos.
- Donación de 400 equipos (camillas, monitores fetales y vitales, electrocardiogramas, entre otros muchos) para los hospitales de la región.
“Damos las gracias en primer lugar a Dios y a la empresa Cerrejón por este apoyo que siempre nos ha manifestado y que se ha materializado acá en el municipio de Hatonuevo en el hospital y en la secretaria de Salud. Ya son muchas las ayudas que hemos recibido, tanto en implementos, en pruebas rápidas, en pruebas PCR, en elementos de protección. De verdad nos sentimos comprometidos a darle el mejor uso, que esto sirva para mejorar los servicios de salud. Con todas las ayudas hemos podido ampliar la capacidad y exaltamos el buen gesto que ha tenido la empresa en medio de esta pandemia que ha sido tan difícil para nosotros”, afirmó Luís Arturo Palmezano, alcalde del municipio de Hatonuevo.
Este esfuerzo de Cerrejón para ayudar a La Guajira se ha producido a pesar de que la empresa, que hoy se encuentra en medio de una huelga declarada por Sintracarbón, registró en el primer semestre de 2020 la cifra de exportaciones más baja para este periodo en los últimos 18 años, que produjeron pérdidas de más de 368.000 millones de pesos. Este resultado es la consecuencia de la reducción de la demanda de carbón, la falta de acceso a reservas más rentables por diferentes fallos judiciales, como La Puente, y la crisis generada por el COVID-19, lo que nos ha llevado a una situación nunca vista.

Cerrejón, como todo el país, han completado seis meses de gestión e implementación de medidas de prevención, que iniciaron con la cuarentena decretada por el Gobierno nacional para reducir el riesgo de contagio del COVID-19. Desde ese momento comenzó un proceso de adaptación a la nueva realidad que ha permitido a la compañía apoyar a sus trabajadores y a La Guajira para enfrentar esta emergencia.
Cerrejón, seis meses previniendo el riesgo de contagio de COVID-19 y apoyando a La Guajira